martes, 4 de diciembre de 2012

VIDA ESCOLAR. (continuación)


Llegado diciembre, vertiginosa actividad en  el Teatro Municipal (ex –Cine Velarde ) ,ubicado  en la esquina más dinámica  porteña , Pedro Montt / Uruguay. Una sucesión de  espectáculos  , dominicales para niños, nocturnos de conciertos de todo tipo de música y ya desde la pasada semana  revuelo por el comienzo de las graduaciones de establecimientos municipales  y más de alguno privado que no dispone de salón o patio amplio que acoja a los apoderados y familiares que concurren a felicitar a los estudiantes  que terminan un ciclo, ya que en los tempos que corren el festejo corre por igual absolutamente en todos los niveles , desde pre-kinder hasta egreso real del circuito escolar.

            Si otrora el acto con que culminaba la vida escolar  era de preferencia la  Revista de Gimnasia , que mostraba la disciplina, la armonía de movimientos colectivos ,  el estado físico del alumnado, ahora el  asunto es mucho más “producido”. Hasta el punto que  existen empresas dedicadas a la minuciosa preparación de  todo lo que rodea el acto central, incluido  un ágape con vestuario formal. Nadie quiere quedar atrás. La graduación es la demostración de la capacidad de recursos y organizativa de esa unidad  educacional.

           Hace algunos días  seguí de cerca las discusiones que se originaron por indisciplina el último viernes de clases en el Liceo que me acogió durante ocho años, desde Preparatorias hasta Humanidades (nomenclatura y desarrollo muy distintos de lo actual). Lo que se había convertido en una tradición , una “guerra de agua” carnavalesca , tuvo un giro no deseado ni tolerado de irrupción de la violencia, con alumnado parapetado en las salas , para protegerse de lluvia no solo de agua , sino también de pintura, aceite , harina . El personal paradocente se vio rebasado, al fin y al cabo no están para manejo de multitudes descontroladas, y terminado el bochornoso incidente, el cuerpo de profesores   y de asistentes se reunió pidiendo la supresión del acto de licenciatura. Así fue entonces que la Dirección del establecimiento convocó una reunión de toda la comunidad educativa. En dicha reunión también estábamos como ex Alumnos,  y como tales dimos a conocer nuestra opinión, recordando dos promociones que también vieron suprimida la Licenciatura, por distintas razones. Liceanos del sesenta por apoderarnos del Patio Central , rehusando continuar con clases esa mañana y  realizar un desfile de disfraces , y liceanos del setenta y tres por la incertidumbre que se produjeran protestas , ya que era en fecha muy cercana a los acontecimientos políticos de septiembre de ese año. Con el correr de los años estos últimos tuvieron mejor suerte, ya que uno ellos,  ahora  autoridad en la Corporación Municipal, autorizó la graduación treinta años después, con mejor fortuna de quienes transcurridos cuarenta  años habíamos solicitado  la misma “amnistía”.

          La reunión en comento, muy debatida, demostró la importancia  del acto. Hubo hasta lágrimas de dirigentes de apoderados. Y lo sorprendente fue que  habiéndose ratificado el acuerdo de suspensión, luego de efectuada reunión con los alumnos de inminente egreso, tal acuerdo fue revocado, y la semana recién pasada  tuvo lugar la  licenciatura. Al parecer era más dañino no hacerla, en tiempos que la matrícula en  la enseñanza municipal ha tenido aquí en  Valparaíso una alarmante caída..

www.diariolaprensa.cl  ( edición del lunes 03/12/2012                            ALMENDRAL

1 comentario:

  1. Estimado Horacio:
    Me parece bien complementar la nota del blog, agregando que la licenciatura se logró en completo orden, con el respeto y la emoción que la circunstancia ameritaba, considerando también que el liceo no había tenido licenciatura desde el 2010, ya que el 2011 estaba en toma Y varios alumnos repitieron cuarto medio por las mismas circunstancias.
    Destacable fue también la organización interna de los estamentos del liceo para el logro de la licenciatura. (Desde la ambientación, coordinación escenario, profesores responsables de números artísticos etc.) Considerando que no se tuvo apoyo del personal administrativo ya que por votación general de ese gremio y debido al comportamiento de los alumnos en días previos, decidieron no participar.(salvo honrosas excepciones)
    Me parece valioso agregar, el compromiso y cumplimiento tanto de los alumnos como de los apoderados en relación por el respeto a la ceremonia para darle real sentido al especial momento.
    Lo que nos permite una vez más reflexionar acerca de la importancia del diálogo en el momento oportuno y del comportamiento en bloque y de alto compromiso de una institución que pretende reconstruirse.
    Un abrazo
    Ana María Pietrantoni

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